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¿Te vistes o te disfrazas? Sí, lo sabemos, la pregunta pica. Pero en un mundo donde el feed de Instagram marca más que la etiqueta de una prenda, hay que diferenciar entre tener estilo o simplemente seguir el algoritmo.

El postureo y la identidad: una relación complicada

Porque una cosa es hacer styling (colocar, adornar, copiar y pegar combinaciones que viste en Pinterest) y otra es wearing: ponerte la ropa que va contigo, que cuenta lo que eres sin que tengas que abrir la boca. ¿Tienes rollazo de verdad o sólo eres una víctima bien vestida?

El estilo personal no se compra, se curra

Tener estilo no es tener el último abrigo viral de Zara ni el bolso con más reels por minuto. Tener estilo es mezclar lo heredado, lo encontrado en el rastro de ropa del domingo, lo que te regaló tu tía moderna de París y lo que rescataste de una tienda de ropa de segunda mano en Valencia que olía a naftalina y autenticidad.

Es poder llevar un vestido de los años 70 con unas Dr. Martens y que digan “¡esa persona tiene algo!”.

Y aquí entra en juego la moda vintage: ese oasis donde no hay tallas repetidas ni colecciones masivas. Solo tú, un perchero y una historia que se reactiva cuando la llevas puesta.

¿Moda vintage o ropa de abuela?

La moda vintage mujer ha pasado de ser territorio exclusivo de editoriales de moda y modernas de Malasaña, a algo mainstream, pero con clase. Ya no es ropa de abuela, es ropa con biografía. Y ojo, que la moda vintage hombre también ha pegado un subidón: chalecos sastre, camisas abiertas con collares dorados, pantalones de pinza que ya quisieran los millenials.

Lo guay no es solo que te ves como un personaje de película francesa… es que te plantas frente al fast fashion con un guiño irónico y una copa de vino natural.

Persona joven con look vintage, apoyando la tendencia de usar ropa de segunda mano, para una vida más sostenible

Las prendas de segunda mano: rebeldía con estilo

Ponte una prenda de segunda mano y automáticamente te has rebelado contra el capitalismo textil. Vale, quizás es mucho decir, pero lo cierto es que ese jersey ochentero que pillaste por tres euros tiene más actitud que media pasarela.

Cada vez más peña se lanza al reciclaje de ropa y al estilo de vida sostenible, no por moda, sino por conciencia. ¿Sabías que la industria de la moda es de las más contaminantes del planeta? Pues sí, más que tus viajes a Ibiza en Ryanair. Así que si puedes elegir entre estrenar y reutilizar, la segunda opción tiene mucho más flow (y sentido).

El rastro como templo de iluminación estética

Ir al rastro de ropa los domingos es como ir a misa, pero con birra y olor a cuero viejo. Nunca sabes qué vas a encontrar, pero siempre sales con algo que no sabías que necesitabas. Una americana oversize, un pañuelo con estampado sesentero, unas botas de cowboy con alma propia.

Y lo mejor es que te sientes como si acabaras de descubrir un tesoro. Porque lo es. Cada pieza tiene una historia: quién la llevó, a qué fiesta fue, cuántas veces se enamoró con ella puesta. Tú solo tienes que continuar el relato.

La moda circular mola más que tu marca de lujo

Bienvenido a la moda circular, donde lo usado se transforma en nuevo, lo olvidado se convierte en tendencia, y lo viejo brilla más que lo recién producido.

La idea es simple: ropa que no acaba en vertederos, sino que vuelve a entrar en circulación. En Valencia (y aquí en Mercado de Tapineria, por supuesto), estamos hasta arriba de propuestas que van por este camino: tiendas de ropa de segunda mano, proyectos de moda sostenible, y espacios donde no hace falta comprarte la camiseta de 70€ si puedes intercambiarla con otra alma con estilo.

“Moda sostenible” no es llevar lino y ya

Hay un malentendido serio con esto de la moda sostenible. No, no es solo llevar lino, beis y parecer salida de una campaña de cosmética orgánica. La moda sostenible no es un look, es una actitud.

Puedes tener rollazo, arriesgar, jugar con estampados imposibles, y seguir siendo sostenible. Se trata de consumir con cabeza, apoyar proyectos locales, reparar, intercambiar, reinventar.

En resumen: ser creativa antes que consumista.

Y si lo tuyo es buscar algo más personalizado, siempre puedes contar con una o un buen estilista personal que no te enchufe lo de siempre, sino que entienda tu cuerpo, tu historia y tu rollo.

¿Ropa de segunda mano cerca de mí? Sí, en serio, MUY cerca

No hace falta irte a Berlín para encontrar una tienda con joyitas vintage. Si buscas ropa segunda mano cerca de mí, Valencia es un hervidero de opciones. Desde mercadillos itinerantes hasta espacios fijos que lo petan con prendas únicas, accesorios retro y estilazo a raudales.

Y sí, aquí en Mercado de Tapineria tenemos mucho que decir. Pásate por The Mercado, donde vas a encontrar verdaderas joyas de antaño, déjate caer de vez en caduco por los eventos de Espai X como Antiqeu Market, Motel Vintage o Rastro Weekend a cazar tesoros, con marcas que apuestan por lo auténtico. Lo que ves aquí no lo ves en ningún Zara ni en ninguna app de fast fashion. Y menos con esta terraza llena de ambientazo y la birra bien fría.

¿Cómo saber si tienes rollazo de verdad?

Te damos una checklist rápida:

  • ¿Te vistes pensando en ti y no en la foto?
  • ¿Tienes piezas únicas que no cambiarías por nada?
  • ¿Combinas ropa heredada con tendencias sin miedo?
  • ¿Compras en tiendas vintage, mercadillos o intercambias ropa con tus colegas?
  • ¿Lees etiquetas para saber de dónde viene lo que llevas?

Si has dicho que sí a más de tres… enhorabuena, vas camino de tener rollazo auténtico.

Vístete como si contaras tu historia (porque lo estás haciendo)

La ropa habla, y tú decides si quieres decir algo original o repetir lo que ya han dicho mil veces. Así que la próxima vez que abras el armario, no pienses en lo que está de moda. Piensa en lo que te representa, te divierte y te empodera.

Porque el estilo no tiene que ser caro, ni nuevo, ni viral. Solo tiene que ser tuyo.

Y recuerda, el buen rollo no se compra, se encuentra. A veces entre montones de ropa vieja. Otras veces en el reflejo de un espejo mientras pruebas algo inesperado. Pero sobre todo, se encuentra cuando dejas de copiar y empiezas a crear.

Mujer joven posando para las redes sociales de Mercado de Tapineria con look vintage